La cuaresma es un tiempo sagrado en el calendario cristiano que se extiende desde el miércoles de ceniza hasta el domingo de resurrección.
Este es un período de cuarenta días en el que los fieles se dedican a la penitencia, la oración y el ayuno para prepararse para la celebración de la Pascua. El miércoles de ceniza marca el comienzo de este período y nos recuerda nuestra propia mortalidad y nuestra necesidad de arrepentimiento y cambio.
Este año, la cita bíblica que resuena en mi mente en este miércoles de ceniza es la de 2 Corintios 6,2:
Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación.
En esta carta, el apóstol Pablo está instando a los corintios a no rechazar la gracia de Dios y a tomar medidas para fortalecer su fe y su relación con Él.
Esta cita es especialmente relevante en este momento de la historia, en el que el mundo ha sido sacudido por la pandemia del COVID-19. Muchos han perdido a seres queridos, han sufrido la enfermedad, han perdido empleos o han visto sus vidas alteradas de maneras inimaginables. Este es un tiempo en el que necesitamos buscar la salvación y la gracia de Dios más que nunca.
La cuaresma nos brinda la oportunidad de hacer precisamente eso. Nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y con los demás, y a hacer cambios en nuestras vidas que nos acerquen a Él. Nos invita a buscar la reconciliación y el perdón, a ayudar a los necesitados, a cultivar la paciencia y la humildad, y a desarrollar una mayor conciencia de nuestra propia mortalidad.
Este miércoles de ceniza, mientras recibimos la cruz de ceniza en nuestras frentes, recordemos que somos polvo y al polvo volveremos. Pero también recordemos que este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación. Es un tiempo para fortalecer nuestra fe, para acercarnos más a Dios y para hacer cambios positivos en nuestras vidas. Que este período de cuaresma nos ayude a encontrar la paz, la esperanza y la fuerza que necesitamos para seguir adelante en este mundo lleno de desafíos.
Comments